miércoles, 30 de diciembre de 2015

They Do


Love yourself if you want
Cry a bit
Laugh a lot
Throw a stone
Take a plane
Start again

Give yourself a chance not a nosebleed
Have a cause
Meet your friends
Visit space... visit space
Say hello to someone
For the road you need one

Podría contar que They Do es una canción de Mark Owen. Podría hablar de que es el primer corte de su tercer disco en solitario, How The Mighty Fall, cuya fecha de lanzamiento fue el 18 de abril de 2005. Podría decir quién la compuso, quién la produjo, quién tocaba qué instrumento, cuántas versiones en directo distintas hay, dónde se grabó, dónde se mezcló, qué posición alcanzó en las listas de ventas, cuántas copias vendió, etc. Podría copiar y pegar la Wikipedia entera o tirar de memoria directamente sobre datos fríos y tangibles sobre este disco. Pero no.

Choose a song
So that your heart can sing
Is it how it is?
How you make it?
No one knows everything

And if you're wondering
Do the years fly by too soon?
They do
And if you're wondering
If the skies look down?
It's true,
They do.
They all look out for you.

¿Qué importan todos esos datos cuando una canción te cala tan hondo que sin importar tu estado de ánimo, te anima cuando estás alegre, te motiva cuando fallan las fuerzas, te eleva cuando estás de subidón, te consuela cuando estás triste? ¿Qué importa que haya alcanzado la máxima gloria o que no haya vendido muchas copias cuando la canción se convierte en un himno de tu vida, una manera de resumir todos tus temores y sueños, la mejor banda sonora que puede existir en tu vida, ésa que la escuchas y te sientes tan sumamente identificado que te sientes como si te hubieran robado algo preciado y secreto?

Make your vote
Buy a drink
Get a job
Learn to drive
Kiss a girl
Or a man
When you can

Find the one you love who you walk with side by side
And you might live in a house
And you may fall out
But you might watch your children grow

Este 2015 han hecho 10 años desde la primera vez que la escuché. Como dice otra canción "...and the feeling is still the same...". Ya sea en aleatorio o buscándola, algo se me mueve por dentro cada vez que empieza a sonar ese piano, tan cansino que dirían algunos pues es la misma nota repetida una y otra vez, y esa voz, la voz de Mark que podría distinguir entre miles, una voz que a fuerza de escucharla durante estos 19 años he conseguido entender a pesar de que hable un inglés de lo más cerrado.

And if you're wondering
Do the years fly by too soon?
They do
And if you're wondering
If the skies look down?
It's true,
They do.
They all look out for you.

Y luego está cuántas cosas me recuerda la canción, desde mi primer encuentro con el propio Mark hasta todas las amistades nuevas que pensé que nunca encontraría, todo lo que supuso personalmente el 2005, tanto bueno como malo, lo que aprendí, lo que descubrí... En definitiva creo que fue un año donde vi más claro todo. No es que se lo deba todo a la canción, pero es la canción que resume todo. Tengo muchas canciones favoritas pero ésta sin duda se merecía una entrada aparte, para ella sola.

When you lose your way
When all that you know turn on you
When they let you down
Love is all that there's to do






viernes, 2 de octubre de 2015

Stylusboy

Nunca había sido gran seguidora del folk, hasta que años después de escuchar Damien Rice, descubrí que ese tipo de música acústica y tranquila se llamaba folk. Había confundido el folk con el country, bieeen... Pero dejando a un lado el hecho de que hay excepciones en el contry, y que no considero que lo de Damien sea folk, hoy voy a hablar de un músico que sí entra de pleno en mi concepto de folk.


Conocí la música de Stylusboy de rebote. John Garrison tocó en Coventry allá por el 2010, en una cafetería llamada Esquire Coffee Shop. Sí, en una cafetería estilo Starbucks. En EEUU es bastante común, John solía tocar en los cafés durante su etapa Above The Cosmos en Nueva York. Pero en Reino Unido se me hacía raro. Me pareció un sitio donde nunca le habría imaginado tocar, así que no creía que se volvería a repetir. Me equivoqué y Stylusboy volvió a organizar el mismo evento meses después. Y dado que la ocasión de verle en Nueva York había pasado, decidí ir a verle a Coventry ese mes de octubre. La ciudad en sí no me llamaba demasiado, lo poco que conocía de ella era gracias a John y sus antiguos compañeros de banda. Busqué información turística y preparé el viaje. Primero Londres y de ahí a Coventry, a apenas una o dos horas en tren.

Poco antes de comenzar la actuación, alguien nos dio un papel con las actuaciones de aquella tarde: John, Stylusboy y Jess Morgan. El ciclo de actuaciones comenzó con ésta última, también dentro del estilo acústico-folk-country-nosécómollamarlo-estoeramásfácilconelMySpace. Después de Jess, la cual no nos convenció mucho, dio paso al entonces dúo Stylusboy: un chico flacucho con guitarra acústica y gafas, y una chica morena, Rachel Grisedale, cuya voz unida a la de Steve nos encandilaron desde la primera nota.


A partir de ahí a seguirles la pista en todos los sitios web habidos y por haber. La música a diferencia de lo que solía escuchar, no tenía tanto de nostalgia, e incluso en las canciones tristes percibo un poco de optimismo, lo cual me pareció curioso. Aunque la verdadera sorpresa es ver cómo se lo curra aquí el amigo. El matiz retro de su música también ha sido impregnado en cada EP y disco que ha publicado, cuatro hasta la fecha: Fingerprint (EP), Whole Picture (EP), Lantern (EP) y Hospitality For Hope. Cada caja donde vienen los CDs son de cartón y en lugar de mandarlos a una imprenta, tiene sus propios sellos de caucho con los que han hecho las imágenes de portada y contraportada. No sólo eso, sino que su stant de merchandising es una maleta antigua, que deja abierta en modo expositor de CDs decorada con lucecitas. Muy boho.

Primero me hice con Whole Picture, título también de mi canción favorita de él (junto con Love's Tale), y tras una larga espera, compré Hospitality For Hope tan pronto lo publicó. Cuando este disco me llegó a casa, aquello parecía Navidad. No sólo el CD con su caja de cartón, sino miles de pequeñas cosas, como notas de agradecimiento y el autógrafo con dedicatoria. Nunca me habían mandado un CD con tanto detalle, y se veía que era totalmente hecho a mano, lo cual requería su esfuerzo y empleo de tiempo.

Ahora mismo Stylusboy se encuentra trabajando en algo que aún no ha desvelado, después de pasarse todo el verano tocando en todo festival que ha podido y haciendo versiones de canciones conocidas que pueden escucharse en su Soundcloud bajo el título de The Duvet Collection No tienen desperdicio. Mis expectativas crecen día tras día, y con ellas mis ganas de descubrir de qué se trata.

martes, 5 de mayo de 2015

Separaciones y demás disoluciones encubiertas


Es difícil aparentar que estás bien cuando no es así, más tras recibir un golpe bajo. Rápido, inesperado, de los que te atraviesan el pecho abriéndose paso hasta la columna.

Pero lo que a ti tanto te afecta y te duele, a los demás les parece una tontería. Y por eso lo ocultas. Intentas recibir el golpe y que no se note ni un ápice en tu mirada, que no te tiemble la voz y evitar desahogarte en un llanto sin fin. Porque no quieres que nadie, alarmado, te pregunte qué te sucede, porque sabes que en ese momento de debilidad lo único que recibes es incomprensión o, en el mejor de los casos, gente que con toda su buena fe no sabe cómo reaccionar.

Ninguna fan está preparada para el momento de decir adiós a su banda favorita. Te mentalizas, es de dominio público que toda carrera musical tiene su final, ya sea con punto y aparte, puntos suspensivos o punto final. Y en la actualidad (no sé por qué razón) usan los puntos suspensivos cuando en verdad es un punto final. Pero por mucho que digamos eso de "les quedan dos telediarios" o "esto huele a despedida", cierto es que nunca se está suficientemente preparada para recibir el puñetazo en la boca del estómago. Es una cosa que sólo l@s fans podemos llegar a comprender, aunque no seamos seguidores del mismo grupo disuelto. Cuando le sucede a otra, es inevitable ponerse en su lugar y pensar en cómo reaccionaríamos si nuestro grupo fuera el disuelto.

Es verdad que se puede llegar a ser fans de varios grupos al mismo tiempo, pero no todos nos calan igual. Unos más, otros menos, pero esos primeros son los que realmente duelen. Duelen porque en el caso de que sea un grupo y no un solista, a pesar de ser diferentes miembros, lo conceptuamos como uno, como banda, grupo, etc. Es una combinación de varios músicos que pasan a ser un ente, un ente que muere, porque esa combinación de cabezas pensantes no volverá a darse porque ya no "trabajan" para el mismo objetivo. Cualquiera dirá que luego vuelven, que después uno colaborará con otro, porque a veces el fin del grupo no significa que termine la relación personal entre los miembros.

Pero aún volviendo, aún colaborando algunos, no es lo mismo, no lo será porque ya no se ve del mismo modo. Ya no tocan por un mismo objetivo, tocan juntos porque les apetece, como algo puntual. Y si vuelven para hacer ese punto y aparte, no sigue viéndose igual que antaño. Yo he tenido inmensa la suerte de ahorrarme la disolución y disfrutar de la vuelta de una de mis bandas favoritas como si empezaran de cero; han creado temas y discos nuevos para todos los gustos y opiniones, y aún así, cuando escucho esos discos y veo las fotos actuales, no los identifico como los que fueron. No es la misma banda que conocí antaño.

¿Se puede llegar a hacer comprender a la gente cómo afecta esta "pérdida"? Nunca. Ni siquiera los propios artistas lo entienden, así que ¿para qué luchar y gastar saliva en explicaciones que sólo van a reafirmar lo que ellos piensan, que son tonterías? Chiquillerías, como también he oído en numerosas ocasiones. Cosas que les enerva a los que te rodean, o te compadecen "ay qué penita, cómo llora la cría". Pero eso cuando tienes quince; si pasas la veintena, te tienes que aguantar, callar y mantener la compostura para que la reacción no sea peor, y te tilden de imbécil, o de psiquiatra.

Y si aún así preguntan, sonríe aunque tus ojos lloren, y responde "nada" que tiene las sílabas justas para que no perciban el temblor en tu voz. Porque para el resto no se acaba el mundo, ni ha fallecido nadie, para ti han muerto esas horas de colas, la emoción de escuchar el directo de tu canción favorita; se acabaron esas charlas con la banda sobre proyectos venideros que nunca verán la luz; esa pugna por tener un single o un disco antes que nadie, poder escuchar lo nuevo cuanto antes; se acabó dar el palique a amigos, conocidos, compañeros y familiares para conseguirles más ventas; el ahorrar para lo venidero, porque ya no hay futuro en el que invertir.

Porque se han acabado esas horas llenas de música que te llenaba, que te acompañaba en los peores momentos y que te animaba, que te reforzaba la felicidad cuando estabas alegre, o que simplemente te motivaba a luchar, a levantarte cada día de la cama, a afrontar tus miedos y tus impedimentos, a batallar en el trabajo hasta la hora de salida, a acompañarte en un día de relax con un libro y la música de fondo, o dándote múltiples ideas creativas que puedes plasmar en dibujo o escritura, por poner un ejemplo. Canciones que han sonado y que han marcado momentos cruciales, pasando a ser la banda sonora de tu vida. Música que, aunque el resto no lo vea ni comprenda, han hecho de tu mundo un sitio mejor.

Por suerte las canciones son eternas y siempre estarán ahí, aún cuando, recién disuelta la banda, no puedas escucharlas porque te parten el alma, y porque es inevitable hacerlo sin emocionarse, sin recordar todos los buenos momentos y toda la gente maravillosa que has conocido gracias a ese grupo. Pero una vez pasado ese tramo de "duelo", pondremos de nuevo nuestro disco favorito con una sonrisa agridulce y agradeciendo que un día se hubieran juntado para formar el grupo, agradeciendo todos y cada uno de los recuerdos que, directa o indirectamente, nos han dejado formando un bonito pasado.