viernes, 2 de octubre de 2015

Stylusboy

Nunca había sido gran seguidora del folk, hasta que años después de escuchar Damien Rice, descubrí que ese tipo de música acústica y tranquila se llamaba folk. Había confundido el folk con el country, bieeen... Pero dejando a un lado el hecho de que hay excepciones en el contry, y que no considero que lo de Damien sea folk, hoy voy a hablar de un músico que sí entra de pleno en mi concepto de folk.


Conocí la música de Stylusboy de rebote. John Garrison tocó en Coventry allá por el 2010, en una cafetería llamada Esquire Coffee Shop. Sí, en una cafetería estilo Starbucks. En EEUU es bastante común, John solía tocar en los cafés durante su etapa Above The Cosmos en Nueva York. Pero en Reino Unido se me hacía raro. Me pareció un sitio donde nunca le habría imaginado tocar, así que no creía que se volvería a repetir. Me equivoqué y Stylusboy volvió a organizar el mismo evento meses después. Y dado que la ocasión de verle en Nueva York había pasado, decidí ir a verle a Coventry ese mes de octubre. La ciudad en sí no me llamaba demasiado, lo poco que conocía de ella era gracias a John y sus antiguos compañeros de banda. Busqué información turística y preparé el viaje. Primero Londres y de ahí a Coventry, a apenas una o dos horas en tren.

Poco antes de comenzar la actuación, alguien nos dio un papel con las actuaciones de aquella tarde: John, Stylusboy y Jess Morgan. El ciclo de actuaciones comenzó con ésta última, también dentro del estilo acústico-folk-country-nosécómollamarlo-estoeramásfácilconelMySpace. Después de Jess, la cual no nos convenció mucho, dio paso al entonces dúo Stylusboy: un chico flacucho con guitarra acústica y gafas, y una chica morena, Rachel Grisedale, cuya voz unida a la de Steve nos encandilaron desde la primera nota.


A partir de ahí a seguirles la pista en todos los sitios web habidos y por haber. La música a diferencia de lo que solía escuchar, no tenía tanto de nostalgia, e incluso en las canciones tristes percibo un poco de optimismo, lo cual me pareció curioso. Aunque la verdadera sorpresa es ver cómo se lo curra aquí el amigo. El matiz retro de su música también ha sido impregnado en cada EP y disco que ha publicado, cuatro hasta la fecha: Fingerprint (EP), Whole Picture (EP), Lantern (EP) y Hospitality For Hope. Cada caja donde vienen los CDs son de cartón y en lugar de mandarlos a una imprenta, tiene sus propios sellos de caucho con los que han hecho las imágenes de portada y contraportada. No sólo eso, sino que su stant de merchandising es una maleta antigua, que deja abierta en modo expositor de CDs decorada con lucecitas. Muy boho.

Primero me hice con Whole Picture, título también de mi canción favorita de él (junto con Love's Tale), y tras una larga espera, compré Hospitality For Hope tan pronto lo publicó. Cuando este disco me llegó a casa, aquello parecía Navidad. No sólo el CD con su caja de cartón, sino miles de pequeñas cosas, como notas de agradecimiento y el autógrafo con dedicatoria. Nunca me habían mandado un CD con tanto detalle, y se veía que era totalmente hecho a mano, lo cual requería su esfuerzo y empleo de tiempo.

Ahora mismo Stylusboy se encuentra trabajando en algo que aún no ha desvelado, después de pasarse todo el verano tocando en todo festival que ha podido y haciendo versiones de canciones conocidas que pueden escucharse en su Soundcloud bajo el título de The Duvet Collection No tienen desperdicio. Mis expectativas crecen día tras día, y con ellas mis ganas de descubrir de qué se trata.