domingo, 11 de marzo de 2012

Las giras

Esa sensación de no haberte cansado aún del último disco, publicado hace apenas un par de meses, y empezar con la dura decisión de ¿dónde me voy de gira? Aún no sabemos cuándo sacan a la venta las entradas ni dónde van a tocar y ya estamos haciendo las maletas. Es inevitable. Al igual que inevitable, y obvio, es que tras unos años conociendo al grupo, sabes de sobra cuáles son los sitios indispensables: Londres y Manchester. Y ya sabemos que más de una fecha tocarán en esos lugares, y que serán las entradas más logradas. Pero hasta conseguirlas, aún queda camino...


En primer lugar, la economía. Si nos hemos quedado en números rojos al comprar el disco, mal vamos. Cada cual es como es, y con la edad algunas personas van priorizando cosas más importantes (los sensatos, para qué engañarnos) y luego las personas que hacen lo que sea con tal de ir. Una vez analizada nuestra economía, decisión básica para decir sí o no a la gira, se procede a llamar, escribir en el muro de Facebook, enviar un whatsapp, etc a los más allegados, esos amigos incondicionales que están tan locos como tú por "escapar de la rutina" (excusa mala donde las haya. Vas a lo que vas. Punto.).Pero ¡ay, malditas redes sociales! Conoces a tanta gente de sitios tan dispares con tantos círculos de amigos a lo Google+ que la teoría de los 6 grados es raro que suceda, y conseguir cuadrar tus deseos de ir acompañado por tus dos mejores amigos puede acarrearte más dolores de cabeza que entender toda la matemática existente. Eso si no contamos con los amigos de tus amigos que se apuntan también, y que puede suceder típico caso de "si va fulanito, yo no voy". Porque todos queremos que salga perfecto, que sea un viaje estupendo, idílico... Seamos realistas. NUNCA será así. Otra cosa es que después nos quedemos con los buenos ratos y olvidemos lo malo.


Una vez organizada la compañía que te llevas, empiezan los primeros roces. "Yo quiero ir a Manchester", "yo prefiero Londres", "yo el sitio más barato", "yo el menos concurrido"... Tras un tira y afloja durante unas semanas o meses, depende de lo difícil que sea hablar con tus contactos, ya tenéis una lista de ciudades posibles, ordenadas por preferencia, justo a tiempo cuando salen publicadas las ciudades donde tocarán y dan comienzo a la cuenta atrás para "el día negro", la venta de entradas. Ese día donde l@s fans colapsan Ticketmaster y Seetickets, y los foros, más que foros, son chats.


¿Y quién se encarga de comprarlas? Últimamente veo más frecuente la situación de una que conoce a una amiga de una compañera que tiene una vecina cuya hija está de Erasmus en Inglaterra que puede pillar las entradas. Y es que por alguna extraña razón, la gente que se encuentra en la isla británica suele tener mejor "suerte" o suelen ser más "rápidas" a la hora de la compra. Cosas de internet... Pero en fin, tras un par de horas del estrés más puro y duro y con el F5 medio roto, ya están las entradas, compradas sin saber cuánto han costado (el desconocimiento nos hará felices), con la intriga de si son de pista o de grada (nos gustan las sorpresas), desconociendo el estadio de turno (viva la aventura), y ni siquiera sabes a qué ciudad te vas de concierto finalmente. Suele suceder que al tercer día ya has aprendido a pronunciar el nombre. Tanto cuadrar deseos de la gente para luego acabar así. Pero tú feliz como una regaliz. Tienes entradas. Te vas de concierto. ¡Felicidad!



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