viernes, 16 de marzo de 2012

Preparación


Tienes la entrada. Tienes la compañía. La maleta, casi a punto. No importa que queden meses. Pero los días vuelan, hay que ponerse en marcha, y quedan muchas cosas que organizar.

Primer paso: vuelos.
Si el grupo/cantante es internacional, y con las ofertas de viaje de hoy en día, las aerolíneas de bajo coste son las más rentables, sobre todo si piensas ir a varias ciudades durante la gira. España suele ser de los últimos países que los artistas internacionales visitan, si tienes la suerte de que vengan (en el caso de Take That, los hechos lo demuestran: primera visita con el Beautiful World, y da gracias), así que las opciones acaban siendo países cercanos como Francia o Italia, o Reino Unido donde la cantidad de conciertos es mayor. Pero también hay muy buenas ofertas para Alemania o Centroeuropa, con lo cual todo depende de los deseos o la economía.

Y ahora llega lo bueno. Ya tienes la ciudad, y rápidamente el aeropuerto, pero combinar a tu amiga de Galicia, con tu amiga de Andalucía y tú que vives en Aragón, es bastante complicado, y sobre todo cuando a cierta edad hay mayoría de gente trabajando que estudiando, complicándolo todo aún más. En lo que tardan en elegir día de salida, las tarifas varían de manera inesperada, incluso se han dado casos en el mismo día. Pero al final, con un poco de paciencia, conseguís los billetes.

Aparte de los aviones, hay gente que opta por combinaciones más baratas pero con su parte mala, es frecuente que el trayecto hasta destino sea extenso. La comodidad en estos casos tiene que ser un factor importante a tener en cuenta, pues son muchas horas en comparación con el avión. Los trenes hacia el extranjero tienen precios exorbitados pero son cómodos y con suficientes facilidades para amenizar el trayecto. Los autocares son la opción más barata, y la más incómoda. No puedes moverte de tu asiento excepto en las paradas programadas, y los asientos no se distancian demasiado entre ellos, así que si tienes las piernas largas, es totalmente desaconsejable. Además un viaje al extranjero en autobús no suele durar menos de 24 horas (a no ser que vivas muy al norte). Los más aventureros van en coche, propio o alquilado, teniendo más libertad de movimiento tanto durante el trayecto como en la ciudad de destino. Pero claro, antes hay que enterarse de los códigos de circulación de las zonas por las que vayas a pasar, y el eterno problema de aparcamiento.

Segundo paso: hoteles (o sucedáneos)
Más vale malo conocido… como dice el refrán.

Hay una gran variedad de hoteles, tenemos desde hoteles de 5 (o más) estrellas, aquellos que interesan a dos tipos de fans: uno, las groupies de turno; dos, las pijas que no pueden dormir en un sitio cualquiera. Muchas veces (fíjate qué coincidencia) ambos tipos se encuentran en la misma persona. Luego está la gente que ha ahorrado lo bastante porque ese viaje es fuera de lo normal, es más especial de lo que suele ser. Son hoteles de esos que tienes quien te lleve la maleta a la habitación, te dan un detallito de bienvenida, y te saludan SIEMPRE que te los cruzas. La educación ante todo, no sólo en los saludos, sino también en la manera de expresarse y de gesticular. No me extrañaría que estuvieran obligados a hacer un curso de protocolo si no lo han hecho previamente. Y es que un hotel de tal categoría no puede tener fallos. Te puede gustar más o menos el estilo barroco de las paredes tapizadas y suelos enmoquetados a lo Luis XVI, o el diseño cubista de la fachada que te desorienta y que si no fuera por el maletero de la puerta, no sabrías por dónde entrar, pero tienes que buscar bien los fallos, o tener la mala suerte de haberte metido en un hotel de muchas estrellas pero desde hace un siglo.

Pero el resto de los mortales somos más prácticos. Necesitamos una cama donde dormir y una ducha. Ya está. Vas de concierto, vas a pasarte horas haciendo cola, tras el concierto estás reventado y sólo piensas en dormir, y si te queda tiempo libre, normalmente lo utilizas para hacer turismo.

Si vas con un grupo numeroso, los albergues para mochileros salen bastante bien de precio. Los precios son más bajos cuanto más gente metas en una habitación, y la mayoría de veces incluye desayuno o al menos una cocina que los huéspedes pueden usar. Lo malo es compartir el baño con toda la planta, no apto para quisquillosos/escrupulosos, pero si buscas bien, hay alberges que cuidan mucho de la limpieza en las zonas comunes.

Si vais un grupo de entre 3 y 5 personas, yo siempre aconsejo coger un hostal, o un bed&breakfast en el caso de Reino Unido, ante todo si la idea de compartir habitación con desconocidos no os convence. Estos hostales suelen ser dos o tres edificios de viviendas colindantes, todas ellas reformadas para alojar a visitantes. Cierto es que hoy en día encontrar un hostal cuya reforma haya ocurrido hace poco es raro. Pero, como en el caso de los albergues, la calidad de las instalaciones depende de cada edificio, no de la cantidad de estrellas o de los comentarios que encuentres por Internet. Los fallos de estos sitios suelen ser camas viejas, paredes desconchadas, alguna que otra cosa rota como lámparas, cajones, etc., cosas que yo personalmente considero se pueden pasar por alto. Luego hay fallos más graves como puertas que no cierran bien, problemas de insectos, etc. Pero irse de gira y descubrir sitios nuevos conllevan sus riesgos.

Otra opción, menos usual y más cara, son los apartahoteles. Son apartamentos para 1 o 2 personas, menos frecuentes para 3 o 4. No he encontrado ninguno para 5 personas de momento. Te ofrecen la comodidad de estar como en tu casa, cocinar tú mismo pues ya vienen equipados con todos los utensilios: cubiertos, vajilla, cazos y sartenes. Por contraparte, y al igual que en tu casa, te tienes que encargar de la limpieza. En estos alojamientos, el precio de la habitación depende de la duración de la estancia. Si por ejemplo vas a aprovechar el viaje y vas a estar de turismo durante la semana del concierto o más tiempo, es una opción a contemplar, pues suele haber descuentos bastante interesantes a partir del quinto día aproximadamente. Además, hacer la compra en un supermercado sale más rentable que comer en restaurantes, sean o no de comida rápida.

Una vez comprados los billetes, y reservado el hotel, ya empiezan otros tipos de compras (¡si es que todo es gasto!). Hay que tener en cuenta el gasto de transporte desde el aeropuerto hasta el hotel; luego, si no va incluido, el que usas para moverte por la ciudad o para llegar al estadio que, al igual que el aeropuerto, no está cerca del centro de la ciudad. Esto muchas veces puedes gestionarlo a través de Internet, a veces con algunos descuentos, de tal manera que los títulos de transporte los tienes previamente al viaje, para mayor organización y agilidad a la hora de moverte por la ciudad. Llegas y no tienes que desperdiciar tiempo haciendo colas interminables o intentando explicarte en un idioma extranjero nada más llegar.

Todo eso en cuanto a gasto que tienes a 6 meses de la fecha clave. Luego una vez allí hay que contar con dinero para comida, dinero para merchandising, dinero para souvenirs, dinero para imprevistos, etc.

Y es que nadie dijo que ser fan fuera barato.

1 comentario: