domingo, 16 de febrero de 2014

A.M.

Una de las cosas buenas del mundo cibernético es la cantidad de música que tienes al alcance, ya sea para escuchar ese disco que te ha recomendado alguien, para ver qué tal es ese disco cuya portada te ha llamado la atención en el Fnac, o bien, como me suele pasar de vez en cuando, esas redes que parten de los temas que tú eliges y luego te pone automáticamente lo que consideran "del mismo estilo". En este último caso, buenas sorpresas te puedes llevar para bien o para mal. A menudo me sucede lo último, así que lo bueno siempre lo recuerdo. Como el  disco If You Leave, de Daughter, que descubrí por una playlist de YouTube hace unos meses.

Pero el primer artista que me viene a la cabeza, quizá por ser el primero que descubrí de esta manera, es Ana Muñoz. O Apunto Emepunto. O "mi Damien Rice, pero en chica y en español", pero eso lo explicaré más adelante. La cosa fue así: me hice una cuenta en SoundCloud porque había algunos temas de una banda que sólo estaban en esa red. Poco después descubrí que otros grupos que me gustaban también tenían cuenta allí. Y al igual que Facebook en un principio fue para reencontrarse con amigos del colegio/instituto, en SoundCloud volví a reencontrarme tras 5 años con bandas que seguí en MySpace, lo cual me alegró enormemente. Y escuchando un tema de Damien Rice, y saltando a otro (porque el hombre no tiene perfil pero sí muchos seguidores), se me fue la pinza y lo dejé puesto pensando, ingenua de mí, que seguiría la playlist que había de él. Pues no.

Sabía que Rice tenía temas extraños, y que mucha de su discografía no la conocía, pero ya al tercer tema que me chirriaba en el oído, me dio por mirar qué leches estaba escuchando. Un grupo, o cantante, que no conocía de nada. Cara de póquer y como la canción no me gustaba, pasé. Me empezaron a salir artistas españoles, pero ninguno me sonaba hasta que di con Zahara. Había escuchado alguna que otra canción, no estaba mal, así que lo dejé. Empezaron a sonar voces femeninas hasta que di con una canción que hizo "clic" en mi cabeza. Un dúo: ella empezaba con una guitarra acústica, una voz dulce y singular sin duda, y luego la de él, que tras tantas canciones con voz femenina marcaba la diferencia. Dos voces y una guitarra, no más. Apunto Emepunto era el artista. Me metí en el perfil, esperando escucharles a los dos de nuevo, pero no. Era sólo ella, una tal Ana Muñoz de Zaragoza, un nombre tan cotidiano para una voz tan extraordinaria. Me puse a escuchar las cuatro canciones que tenía, y directamente me tumbé en la cama (bless you, smartphones), en repeat los cuatro temas, durante... No sé cuánto tiempo. Sólo sé que cada vez me relajaba más y más, y cada vez Que Me Desamor con ese toque final de caja de música me gustaba más y más. Y pensé en Damien Rice, porque hasta ese día era el único que conseguía relajarme tantísimo. Y que era una pena que sólo fueran cuatro temas, ¡quería más!

Pero las investigaciones no fueron fructíferas. Una cuenta de Twitter vacía (y yo con cara de WTF?), y una web sobre poesía. Y un "Me gustan las manzanas". Pero no había más información sobre su música y esos cuatro temas a los que me había enganchado en esas semanas. Snif...

Pero la casualidad se puso de mi parte. En verano un amigo me vino un día hablando de una tal Ana que iba a tocar en un sitio, La Paca, para presentar un libro de poemas, y me aconsejó ir. Y dos días antes, el mismo que había provocado que entrara al SoundCloud, me comentó que asistiría a esa misma presentación/actuación. Y el sonido de las piezas del puzzle al encajar. Tanto tiempo escuchándola como Apunto Emepunto, que no caí en el "A.M.", es decir, Ana Muñoz, el nombre que había en SoundCloud pero que tan pronto había olvidado.

¿Sería ella? Tendría que serlo, pero como ya me sucedió con Damien Rice, ni sabía cómo era, pero yo me planté allí igualmente. Decían que iba a tocar, así que no podía desperdiciar la oportunidad de escuchar los temas en directo, no fuera a ser que no volviera a tener esa oportunidad, ya que parecía que se dedicaba a la poesía más que a la música. Cantó unos cuantos temas, y sí, era ella, sin duda. Y además tocó la canción que más me gustaba. Pero además de cantar empezó a hablar y descubrí que además de una voz preciosa, tenía un humor de lo más ingenioso.

Y de aquel día lleno de casualidades surgieron más actuaciones, y más casualidades, y más noticias. Y las que quedan que esperaré ansiosa :)


No hay comentarios:

Publicar un comentario